Comenzó a estudiar música con sólo seis años, a los trece ya dirigía el coro local y recibió Matrícula de Honor y “mención especial” enDirección de Orquesta en Viena, cuna de la música clásica por excelencia. Actualmente es titular de la Orquesta de Jóvenes de la Región de Murcia y directora artística de la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia.Virginia Martínez es la protagonista de este devora müsh!
Tus inicios son en Molina de Segura en el coro de tus tíos, ¿Qué recuerdas de esos años?
Fueron unos años maravillosos en donde el primer contacto con la música fue con el canto, experiencia que compartía además con mi hermano y mis amigos. Cantar en el coro infantil que dirigía mi tía Pilar y más tarde en el adulto, con Manolo Arnaldos, fue sin duda algo que me marcaría para el resto de mi vida. Y por ello les estaré eternamente agradecida.
¿Cómo diste el salto de dirigir el coro a una orquesta?
Desde muy pequeñita me fascinó el lenguaje de las manos, sobre todo viendo cómo mi tía podía decir muchísimas cosas con las manos sin necesidad de hablar. Cuando cumplí 13 años los niños que empezamos a cantar años atrás, ya habíamos crecido y necesitaban a alguien que se hiciese cargo de los nuevos niños que empezaban. Ahí tuve la oportunidad de empezar a dirigir coros. Empecé con 14 y acabé con mas de 80 niños tras 8 años al frente de las corales infantiles municipales Hims Mola. Poco a poco me fue surgiendo la curiosidad de cómo sería dirigir una orquesta y a los 20 años decidí irme a estudiar la carrera a Viena, uno de mis grandes sueños.
¿Cómo llevas dirigir dos orquestas?
Ser titular de una orquesta es agotador; yo creo que un titular es como un padre o como una madre en éste caso, que debe cuidar de todo y de todos. El buen ambiente en una orquesta es algo que yo intento mimar, porque estamos trabajando codo con codo, continuamente con sentimientos y con el alma humana, y es vital que todo el mundo se sienta cómodo y feliz con el resultado que conseguimos entre todos. Esto te roba mucha energía y te “regala” eternos calentamientos de cabeza, pero todo merece la pena cuando en un escenario sientes que todos estamos a una. Somos un equipo.
¿Cómo ves el panorama de música clásica en Murcia?
Difícil, pero lucharemos sin descanso para crear en esta Región una necesidad, una inquietud por la música y conseguir llenar la sala grande del Auditorio en cada uno de nuestros conciertos. Esto se consigue desde la base, en los colegios, institutos…Es una labor pedagógica que nuestra orquesta está llevando a cabo con mucho trabajo y aún mas ilusión.
Estudiar en Viena tuvo que ser una experiencia única. ¿Cómo viviste ese tiempo separada de tu familia y qué fue lo que más echaste de menos?
Desde luego que lo fue; los 4 años de carrera en Viena fueron para mí un sueño cumplido. Tuve a dos grandes Maestros, Reinhard Schwarz y Georg Mark, que me enseñaron muchísimo más que técnica de dirección. Me formaron como directora de orquesta pero también como persona. Fue una etapa de madurez profesional y personal en la que mis Maestros fueron los protagonistas, y por ello me siento una privilegiada. Me acuerdo de ellos en cada concierto, antes de levantar la batuta.
La distancia fue dura, sobre todo al principio. Yo soy una persona muy familiar y la separación no la llevé nada bien pasados los primeros meses de euforia por entrar en una de las grandes escuelas de dirección. Pero después todo fue mucho más llevadero.
Fueron muchas las cosas que añoré durante esos cuatro años; al que hoy es mi marido, David, a mis padres, hermanos y toda mi familia, a mis amigos, la tortilla de patatas, el aceite de oliva, el sol…¡Cuántos meses sin verlo aparecer!
El 14 de octubre de 2003 fue una fecha muy importante en tu carrera. Cuéntanos qué recuerdas de ese primer concierto después de graduarte.
Será una de las fechas que recordaré toda mi vida. A mi graduación en Viena no pudieron ir todas las personas que a mí me hubiese gustado, y por eso me hacía especial ilusión demostrar todo lo que había
aprendido a mi gente, en mi tierra, con la orquesta de mi Región y en mi querido Auditorio. Obertura de las “Bodas de Fígaro”de Mozart, el concierto en Fa menor de Chopin y la 5ª Sinfonía de Tchaikovsky. Este fue el programa de mi primer concierto. Jamás me imaginé que aquella orquesta con la que comencé sería la orquesta de la que soy titular ahora mismo, mi amada Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia.
Hablamos de moda. A la hora de vestirte para un concierto, ¿Influyen las piezas que se vayan a tocar para elegir tu vestuario?
En algunas ocasiones sí; hay conciertos más festivos como el de Año nuevo que invita a ir un poquito diferente a lo habitual. O algunos de música española requieren algún complemento rojo…Pero lo habitual es ir de negro, lo más discreta posible.
¿Qué no te pondrías jamás sobre un escenario?
Un vestido corto.
Las tendencias de moda, ¿llegan también al escenario de un Auditorio?
Nunca me lo he planteado porque el vestuario para un concierto es tan especial que puede o no ir a la moda.
Para terminar, ¿Qué planes de futuro tienes, cuáles son tus próximos proyectos?
Seguir por supuesto con mis orquestas, la Sinfónica y la de Jóvenes a la que adoro y le tengo un cariño especial, y estar también con otras orquestas como la Oviedo Filarmonía, la orquesta de Granada…etc.