Comprar una vivienda por estos días puede ser una difícil tarea. Todos lo desean e imprimen su mayor esfuerzo para conseguirlo, pero el precio elevado que pueden alcanzar algunas casas dificulta su adquisición. En los noventa esto era un grave problema en Japón, que sumado a la falta de espacio para la construcción de viviendas, fue la semilla de las minicasas.
Ahora las minicasas generan pasión en todo el mundo. Después de alcanzar una gran popularidad en Japón, pronto se extendieron al norte de Europa y cruzaron el océano para llegar a los Estados Unidos en el 2008. Esta tendencia aterrizó en Francia hacia el 2013 y desde hace unos años España también se ha contagiado por el furor de las tinyhouses.
Aunque no se trata de una simple moda, para muchísimas personas las minicasas son el símbolo de un nuevo modo de vida basado en la tranquilidad y sencillez, sin dejar a un lado la estética y una buena calidad de vida.
Las ventajas de las minicasas.
Sus propietarios y constructores aseguran que menos de 40 metros cuadrados es suficiente para vivir bien, y al apreciar una de estas pequeñas viviendas es difícil afirmar lo contrario; no solo por la belleza de sus diseños, sino además por la eficiencia del espacio utilizado, que aun cuando es mínimo, puede acoger dormitorio, salón-cocina y cuarto de baño.
Las minicasas no solo responden a la necesidad de tener un lugar para vivir, ofreciendo confort y seguridad, sino que además sus diseños creativos y originales brindan una estética vanguardista que no tiene nada que envidiarle a las casas de lujo. De hecho, los mejores arquitectos y estudios de arquitectura del mundo, diseñan viviendas eficientes y con las características básicas reducidas a su mínima expresión; pero sin afectar la comodidad que toda persona desea. Un ejemplo es el reconocido arquitecto Renzo Piano, quien con su modelo Diogene, incursionó en el diseño de minicasas en el 2013. Asimismo, prestigiosos estudios como Vitra, Ábaton o TyinArchitecs se ha sumado a esta corriente.
Las minicasas son fabricadas con materiales sostenibles que tienen un impacto leve sobre el ambiente, como la madera reciclada. Esta característica además de su tamaño reducido, hace que este tipo de vivienda sea de bajo costo. Sin embargo, las virtudes de las minicasas no se limitan a su precio u originalidad.
Estas viviendas son prefabricadas, lo que puede reducir su plazo de instalación a ocho semanas. La mayoría de los modelos son ampliables e incluso, algunas son movibles y por su facilidad para desmontarse se pueden trasladar a cualquier sitio.
El concepto de las minicasas también aboga por la eficiencia energética. En el mercado se pueden hallar modelos de minicasas prefabricadas que no requieren calefacción ni aire acondicionado pues son autosuficientes. Así, se calientan solas en invierno y en las épocas más calurosas se mantienen frescas. Esto es posible ya que sus paredes estas revestidas con una capa aislante y sin filtraciones de más de 14 centímetros.
Otra ventaja es que son más fáciles de limpiar, reparar o de ordenar; haciendo que su mantenimiento sea más sencillo y barato que el de una casa más grande.
Más que cantidad es calidad.
El arquitecto español Pablo Saiz, de la empresa Modulab Arquietectura y Vivienda, en una entrevista reciente señalaba que en su estudio creen que es mejor hablar de actividades que de espacios. Es decir, en una minicasa lo que prevalece es la experiencia de vivir bien que la cantidad de metros cuadrados.
Cada centímetro es usado sin desperdicio, pues gracias a su versatilidad todo el espacio de una minicasa se aprovecha de forma eficiente, y aun con su tamaño mínimo, a estas viviendas no les falta ni un detalle. Asimismo, el espacio reducido de una tinyhouse evita la posibilidad de aglomerar cosas innecesarias, haciéndonos quedar con lo que en realidad necesitamos.
Una minicasa además es una excelente solución al momento de ampliar una vivienda. Se pueden usar como despacho, habitación, almacén o estudio. Además, por su rápida instalación y posibilidad de traslado, con una minicasa se puede disponer de una casita de vacaciones o de fin de semana.
Como vemos una minicasa es una opción viable tanto para las personas que no tienen suficientes recursos económicos como para aquellos que gustan de un modo de vida sencillo pero sin sacrificar el confort.